jueves, 22 de agosto de 2013

Excéntrico soñador: A propósito de Ed Wood (1924-1978)


Ed Wood tuvo una vida singular como sus películas. Edward D. Wood Jr. nació el 10 de Octubre de 1924 en Poughkeepsie, Nueva York. Participó como soldado (Marine) en la Segunda Guerra Mundial. Por tal razón fue condecorado. Precisamente, durante la guerra, perdió la dentadura al chocar con la cacha de un fusil. Además combatió con panty medias debajo del uniforme lo que demuestra su gusto por la ropa femenina. Todo un excéntrico.
 
Después de la guerra anduvo en un circo itinerante y luego llegó a Hollywood. Allí escribió, actuó y dirigió varias obras de teatro de serie Z. Es decir, bastante marginales e intrascendentes. En 1947 fue extra y doble de riesgo. Además escribió reseñas, hizo algunas obras cinematográficas y publicitarias.  

En 1953 escribe y dirige Glen or Glenda, uno de sus largometrajes más reconocidos posteriormente. Está basado en las experiencias de la vida real del transexual Christine Jorgensen. Aunque, en realidad, se convirtió en una excusa para presentar el travestismo del realizador. Se sabe que adoraba las chompas de angora. Ed Wood participa como actor junto a su pareja Dolores Fuller, además aparece Bela Lugosi, ídolo de la niñez de Wood, cuya carrera por entonces estaba liquidada.

No obstante, Wood le otorgó los últimos roles de su dilatada trayectoria, y a la par formaron verdadera amistad. Es cierto que a la vez lo usaba como “gancho” para financiar sus proyectos. Obvio, a cambio de esto Lugosi recibió ingreso económico.  
 
Su siguiente largometraje fue Jail bait (1954) en el que actúa, escribe, produce y dirige. Al año siguiente hizo Bride of the monster, su filme más convencional y coherente. Antes de realizar la obra por la que pasaría a la historia, escribe The violent years (1956) y The bride and the beast (1958).

En 1959 presenta la famosa Plan 9 from outer space. Tal como le gusta:   produce, escribe, dirige y actúa. Incluye a su gran amigo Lugosi (ya había fallecido), en una escena inédita, en la que se le ve oliendo una flor y llorando. La promocionó como la última película de Bela Lugosi, fue su manera de rendirle homenaje y a la vez obtener promoción publicitaria. Plan 9 fue su obra más apreciada, por la que pasó al recuerdo.   

Para ese entonces ya había juntado un grupo de fieles amigos (actores) que participaban de sus producciones: Bela Lugosi, John “Bunny” Breckridge, Dolores Fuller, Tor Johnson, Loretta King, Vampira (Maila Nurmi), Criswell, etc. Junto a Wood formaron una pandilla inseparable de seres bizarros y marginados del sistema.
 
De 1960 a 1973 escribió, participó y dirigió otras películas que no alcanzaron la notoriedad de sus antecesoras: The sinister urge, Revenge of the dead, Shotgun wedding, Orgy of the dead, 1,ooo,ooo AC-DC, Take it out of trade, Class reunión, Fugitive girls, The cocktail hostesses, Necromancy.   

Al final de su vida, siendo alcohólico consuetudinario y luego de haber dirigido filmes de horror y ciencia ficción, se dedicó (en los setentas) a escribir y dirigir pornografía. En 1978 falleció en la quiebra. Tenía solo 54 años.  

No tuvo una vida fácil. Debió esforzarse al máximo para conseguir financiamiento, por ello tuvo que hacer concesiones que colaboraron a incrementar lo extraño de sus argumentos. A él no pareció importarle, su amor al cine y sus excentricidades fílmicas estaban por encima de todo. 

Fue considerado el peor director de la historia por sus pares norteamericanos, pero de alguna forma su terquedad dio frutos. Quiso ser cineasta y lo logró; contó las historias que quería hacer y obtuvo un estilo personal; buscó reconocimiento y también lo consiguió.

Hoy su obra es objeto de culto, y sin habérselo propuesto dispuso las bases de un cine en el que lo absurdo, situaciones extrañas y salidas de contexto son el eje narrativo. No por nada sus mejores films se aproximan al arte Dada. Incluso en 1992 Rudolph Grey escribió un libro basado en él: Nightmare of Ecstasy: the life and art of Edward D. Wood, Jr.  

En una entrevista (Premiere) a Kathy Wood, su viuda, a raíz del estreno de la película Ed Wood de Tim Burton, declaró que no fue justa la forma en que murió. Lamentó porqué toda esa publicidad no ocurrió antes, que a él le hubiera encantado.


 

A pesar de todo, Ed Wood forma parte del sétimo arte que tanto quiso con locura. Muchas veces, los marginados del ayer son los recordados de hoy.

domingo, 4 de agosto de 2013

Ed Wood (EUA, 1994)


 
Esta es la historia de un cineasta extraño, fuera de lo común. Un excéntrico. Rey del absurdo. Un loco cuya pasión era hacer películas raras, que combinan géneros que, en apariencia, no tienen vínculos.
 
Tim Burton, un director igual de inusual le rinde tributo. Son conocidos sus relatos de personajes a contracorriente. A él le interesan las tramas protagonizadas por seres al margen del sistema establecido, de modo que Ed Wood le viene como anillo al dedo.
 
Biopic (película biográfica) que además de la vida y obra de Wood, muestra una serie de personajes marginales a los que el cineasta se va asociando a la vez que recluta para sus largometrajes. Principalmente, se centra en la amistad entre el realizador y Bela Lugosi.

En tal sentido es un homenaje a ambos y con ello al género de terror, las primeras versiones de Drácula y los monstruos surgidos posteriormente como: Frankenstein, el Hombre Lobo, etc. Es además reconocimiento a los hombres símbolo de géneros de horror y ciencia ficción como también al cine, ya que a través de la presentación de momentos de rodaje de películas en la trama se interioriza en este mágico proceso.
Visualmente, se impone el expresivo blanco y negro, su estética clásica de sombras y claros con la que se consigue excelente atmósfera y recreación de época.

Está presente el amor visceral de un hombre por el cine. Su “soledad”, anhelos y rotundos fracasos. Un realizador que supera sus caídas para continuar; aunque la mayoría no lo tome en cuenta. Wood fue un optimista que solo quería contar sus propias historias aunque fueran disparatadas.

Un ingrediente notorio es la ironía del humor negro. La película tiene permanentes chispazos de humor, como aquella escena de la fiesta de fin de rodaje en la que Wood baila ataviado de disfraz femenino y su infaltable chompa de angora. Algo positivo es que se equilibran momentos dramáticos con humor. Sin ser una comedia en sentido estricto, hay instantes que provocan risa.

Como se ha escrito líneas arriba, buena parte del filme relata el vínculo entre Wood y Lugosi. Se sabe que este fue ídolo de la niñez de Wood y que cuando se encuentran forman una sociedad indivisible. Por un lado, el realizador lo rescata del olvido y usa como estrella y modo de financiación de sus filmes; por otro, el actor retorna a la pantalla grande. En esa etapa Bela Lugosi era un actor en decadencia y adicto a la morfina, lo que le adiciona drama a la historia. Ha sido extirpado de la sociedad por su adicción y Wood es el único que lo acoge y apoya. Acaso por ser un paria como él.

Ed Wood es el relato de un incomprendido calificado por sus compatriotas como peor director de la historia. Un apasionado de la actividad cinematográfica que cometía errores groseros que explicaba como licencia dramática; el mismo que no dudaba en hacer concesiones descabelladas a sus obras con el fin de financiarlas. Es cierto que sus filmes de bajo presupuesto rallaban en lo absurdo pero al menos se hizo de un estilo.

En cierta forma Wood fue un adelantado a su tiempo; la utilización de tramas, situaciones y personajes incoherentes o extraños se emplearon con más asiduidad posteriormente. Quizá sea por eso que se convirtió en director de culto. Tiene su legión de hinchas. Claro, es evidente que su obra pertenece a minorías como siempre lo fue.   

Burton logra un relato memorable en el que se mezclan situaciones insólitas y personajes extravagantes pero donde también hay espacio para las aspiraciones profesionales, logros, amistad, solidaridad, unión, amor. La suya es una historia a su forma en la que al interior del drama se percibe algo dulce e ingenuo. Ello es lo que la hace más interesante y original. Aunque a decir de algunos se haya tomado sus licencias.

De otro lado, los actores que encarnan a Wood, Bela y toda la troupe se lucen. En especial Johnny Depp y Martin Landau que están superlativamente magníficos (permítanme los adjetivos). Para este rol Depp adquiere personalidad especial en los gestos y la voz, lo que ofrece verosimilitud al personaje y su época. Landau, por su parte, encarna con notable solvencia al mismísimo Bela Lugosi y no deja duda sobre su talento actoral. Extraordinario en todo: pronunciación, movimientos corporales, expresiones de rostro. ¡Magnífico! Cabe indicar que recibió merecidamente el Óscar a mejor actor de reparto.

Excelente biopic contado con humanidad, sensibilidad y humor. Como colofón queda la idea que Wood logró lo que se dispuso: una obra fílmica. En este sentido la película es un repaso por sus filmes más emblemáticos: Glen or Glenda (1953); Bride of the monster (1955); y Plan 9 from outer space (1959).
 
Así como Wood pasó a la historia por Plan 9… Tim Burton logró una obra maestra por la que seguro, se le recordará siempre.