Ed Wood tuvo una vida singular como sus películas. Edward D.
Wood Jr. nació el 10 de Octubre de 1924 en Poughkeepsie, Nueva York. Participó como
soldado (Marine) en la Segunda Guerra Mundial. Por tal razón fue condecorado.
Precisamente, durante la guerra, perdió la dentadura al chocar con la cacha de
un fusil. Además combatió con panty medias debajo del uniforme lo que demuestra
su gusto por la ropa femenina. Todo un excéntrico.
Después de la guerra anduvo en un circo itinerante y luego
llegó a Hollywood. Allí escribió, actuó y dirigió varias obras de teatro de
serie Z. Es decir, bastante marginales e intrascendentes. En 1947 fue extra y
doble de riesgo. Además escribió reseñas, hizo algunas obras cinematográficas y
publicitarias.
En 1953 escribe y dirige Glen or Glenda, uno de sus largometrajes más reconocidos
posteriormente. Está basado en las experiencias de la vida real del transexual
Christine Jorgensen. Aunque, en realidad, se convirtió en una excusa para
presentar el travestismo del realizador. Se sabe que adoraba las chompas de angora.
Ed Wood participa como actor junto a
su pareja Dolores Fuller, además aparece Bela Lugosi, ídolo de la niñez de
Wood, cuya carrera por entonces estaba liquidada.
No obstante, Wood le otorgó los últimos roles de su dilatada
trayectoria, y a la par formaron verdadera amistad. Es cierto que a la vez lo
usaba como “gancho” para financiar sus proyectos. Obvio, a cambio de esto
Lugosi recibió ingreso económico.
Su siguiente largometraje fue Jail bait (1954) en el que actúa, escribe, produce y dirige. Al año siguiente hizo Bride of the monster, su filme más convencional y coherente. Antes de realizar la obra por la que pasaría a la historia, escribe The violent years (1956) y The bride and the beast (1958).
En 1959 presenta la famosa Plan 9 from outer space. Tal como le gusta: produce, escribe, dirige y actúa. Incluye a su
gran amigo Lugosi (ya había fallecido), en una escena inédita, en la que se le
ve oliendo una flor y llorando. La promocionó como la última película de Bela
Lugosi, fue su manera de rendirle homenaje y a la vez obtener promoción publicitaria.
Plan 9 fue su obra más apreciada, por la que pasó al recuerdo.
Para ese entonces ya había juntado un grupo de fieles amigos
(actores) que participaban de sus producciones: Bela Lugosi, John “Bunny”
Breckridge, Dolores Fuller, Tor Johnson, Loretta King, Vampira (Maila Nurmi),
Criswell, etc. Junto a Wood formaron una pandilla inseparable de seres bizarros
y marginados del sistema.
De 1960 a 1973 escribió, participó y dirigió otras películas
que no alcanzaron la notoriedad de sus antecesoras: The sinister urge, Revenge
of the dead, Shotgun wedding, Orgy of the dead, 1,ooo,ooo
AC-DC, Take it out of trade, Class reunión, Fugitive girls, The cocktail
hostesses, Necromancy.
Al final de su vida, siendo alcohólico consuetudinario y
luego de haber dirigido filmes de horror y ciencia ficción, se dedicó (en los
setentas) a escribir y dirigir pornografía. En 1978 falleció en la quiebra.
Tenía solo 54 años.
No tuvo una vida fácil. Debió esforzarse al máximo para
conseguir financiamiento, por ello tuvo que hacer concesiones que colaboraron a
incrementar lo extraño de sus argumentos. A él no pareció importarle, su amor
al cine y sus excentricidades fílmicas estaban por encima de todo.
Fue considerado el peor director de la historia por sus
pares norteamericanos, pero de alguna forma su terquedad dio frutos. Quiso ser
cineasta y lo logró; contó las historias que quería hacer y obtuvo un estilo
personal; buscó reconocimiento y también lo consiguió.
Hoy su obra es objeto de culto, y sin habérselo propuesto
dispuso las bases de un cine en el que lo absurdo, situaciones extrañas y
salidas de contexto son el eje narrativo. No por nada sus mejores films se
aproximan al arte Dada. Incluso en 1992 Rudolph Grey escribió un libro basado
en él: Nightmare of Ecstasy: the life
and art of Edward D. Wood, Jr.
En una entrevista (Premiere) a Kathy Wood, su viuda, a raíz
del estreno de la película Ed Wood de
Tim Burton, declaró que no fue justa la forma en que murió. Lamentó porqué toda
esa publicidad no ocurrió antes, que a él le hubiera encantado.
A pesar de todo, Ed Wood forma parte del sétimo arte que
tanto quiso con locura. Muchas veces, los marginados del ayer son los
recordados de hoy.