Basta citar un puñado de títulos para
comprender que se trata de un valioso actor, capaz de asumir los más variados
roles. Russell Crowe tiene fama de díscolo y antipático en su vida personal y,
quién sabe, quizá su forma de ser le sirve para encarnar a los heroicos,
luchadores y medio atormentados personajes que le dieron fama.
Crowe nació el 7 de abril de 1964 en
Wellington, Nueva Zelanda. Cuando tenía 4 años su familia se mudó a Australia,
razón por la que se le atribuye erróneamente
nacionalidad australiana. Ingresó al National Institute for Dramatics Arts, de
Sidney, pero dejó los estudios. Su primer rol en el cine fue en la película Prisoners of the sun. En 1991 fue
galardonado con el premio Australian Film Institute por el largometraje Proof. Romper stomper (1993) y The
sum of us (1994), fueron
otras obras en las que impuso su talento.
Su éxito, sin embargo, se limitaba a Australia;
eso cambió cuando Sharon Stone vio su participación en Romper stomper y decidió
invitarlo a formar parte de Rápida y
mortal (1995) de Sam Reimi. Su
ingreso a Hollywood, no cabe duda, se lo debe a Stone, quien amenazó con
abandonar la producción si no lo contrataban.
Otro filme inicial en tierras
norteamericanas fue Virtuosity (1995),
obra de ciencia ficción en la que compartió pantalla con Denzel Washington. En Los Ángeles al desnudo (1997) de Curtis Hanson, atrajo las miradas
del público y la crítica, adjudicándosele, atractivo y capacidad como
intérprete, características que confirmó con El informante (1999) de Michael Mann, junto al gran Al Pacino. Por
cierto, obtuvo su primera nominación al Óscar.
Gladiador
(2000), de
Ridley Scott, supuso su ingreso al estatus de estrella de cine. Ganó un Óscar
por su notable performance y logró consolidarse como actor taquillero. Su vida
como intérprete puede dividirse en dos: antes de Gladiador y después de
Gladiador. Con ella, se convirtió en ídolo.
Al año siguiente, retornó con Una mente brillante (2001), en la que
logró destacada participación, ganando el Globo de Oro. Estaba en racha, fue
nominado al premio de la academia por tercera vez consecutiva, algo inusual.
Previamente, había trabajado en Prueba de
vida (2000) de Taylor Hackford, que no tuvo opiniones favorables de la
crítica pero no deja de ser interesante de ver.
Capitán
de mar y guerra:
la costa más lejana del mundo (2003),
de Peter Weir, supuso otro importante hito en su trayectoria. Luce toda su
capacidad. El luchador (2005) de Ron
Howard, resultó un buen reto. Un buen año
(2006), marcó su regreso con Ridley Scott (Gladiador); y a su vez fue un
cambio de su acostumbrado tipo de película, asumiendo roles románticos.
En 2007, en su tercera vez con Scott, co protagonizó
con Denzel Washington, Gangster americano,
notable filme. Ese mismo año, junto a Christian Bale, actuaron en una nueva
versión de 3:10 to Yuma, un clásico
del western.
Los años siguientes apareció en Red de mentiras (2008) y La sombra del poder (2009), dos
historias de suspenso e intriga vinculadas al espionaje y la política,
respectivamente. En 2010, hizo Robin Hood
(cuarta con Ridley Scott); sobresaliente
trama que se orientó en diferente dirección que sus antecesoras. En 2012 participó
en Los Miserables, adaptación musical
de la obra maestra de Víctor Hugo. Algunos se sorprendieron de verlo cantando,
lo que es no es novedad, considerando que fundó una banda de rock a los 16
años; es decir, la música no es algo extraño para él. Con este largometraje
consolidó su lugar de prestigio en la actuación, de paso mostró su conocida afinidad
con las películas de época.
Sus más recientes filmes son El hombre de acero (2013), Cuento de invierno (2014) y Noé (2014).
Russell Crowe, es un caso emblemático de
actor de carácter. Su talento deviene de su fuerza, intensidad, concentración y
entrega interpretativa. Es importante por lo que sus personajes dicen, pero
también por lo que omiten. Sabe componer muy bien sus creaciones, dándole un
perfil humano y sicológico, notables.
Por eso, ha ganado el respeto de propios
y extraños, convirtiéndose en uno de los mejores actores de su generación y
sumándose también a la lista de los más destacados de todos los tiempos. De
ello dan testimonio obras como: Los Ángeles al desnudo, El informante,
Gladiador, Una mente brillante, Capitán de mar y guerra, Gangster americano,
Robin Hood y Los miserables. Destaca igual en filmes de época como en los
contemporáneos; casi siempre con el perfil de héroe y hombre probo que encaja
en el estilo de la realización cinematográfica hollywoodense.
No hay película en la que
participe que no deje el sello Crowe. Su presencia es indesligable de sus
filmes, pues es un actor que no pasa desapercibido en la pantalla, sea por
presencia física, por inteligencia, o por ambos. Al igual que sus personajes, es un esforzados, sincero, valeroso y obstinado luchado, un guerrero del cine y de la vida.
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