jueves, 18 de diciembre de 2014

Marcianos al ataque (Mars attacks, EUA, 1996)

Los marcianos llegaron ya, y llegaron bailando el chachachá, repetía el estribillo de la canción de una película mexicana interpretada por el gran comediante Germán Valdez, mejor conocido como Tin-tan. Cientos de obras cinematográficas han mostrado a través de distintos géneros, perspectivas y estilos, la invasión de extraterrestres al planeta Tierra.  

El genial Tim Burton no pudo sustraerse a este tema y “jugar” con él a su modo. Marcianos al ataque es divertimento puro, con una efectiva dosis de sátira y humor negro. Parodia con soltura y gracia los filmes de catástrofe y apocalipsis.

En su filme anterior el realizador deleitó con su inspirada historia de Ed Wood, considerado el peor director estadounidense de todos los tiempos. Un director cuyo mérito, adelantándose a su época, fue el de fusionar géneros como el terror y la ciencia ficción. Con esta obra Burton ofrece una suerte de homenaje a Ed Wood e incluso lo reivindica.

Un aspecto a considerar es la combinación de personajes animados y reales (de carne y hueso); lo que por un lado constituye un desafío en realización pero también un detalle interesante para el espectador, aunque se sabe de la maestría del director en el terreno de la animación, donde se siente como pez en el agua.  

Empero, lo jocoso de la trama se encuentra en los personajes y situaciones que parodian los estereotipos y clichés de películas clásicas y/o emblemáticas.

Tiene un gran y vasto reparto; en ese sentido, es un desfile interminable de reconocidos actores como: Jack Nicholson (en doble rol), Glenn Close, Annette Bening, Michael J. Fox, Rod Steiger, Pierce Brosnan, Martin Short, Sarah Jessica Parker, Pam Grier, Danny De Vito, Natalie Portman, Lukas Haas, Jack Black, hasta Tom Jones. La mayoría en breves pero muy sabrosas intervenciones.

Lucen Jack Nicholson con sus roles de presidente y de ambicioso empresario; Annette Bening como ser espiritual y místico; Pierce Brosnan como científico; Rod Steiger como General; Martin Short como secretario del presidente; Sarah Jessica Parker como entrevistadora. 

Adicionalmente, los marcianos proponen su cuota de humor ya sea por  presencia física, acciones e ininteligible lenguaje. Además proporcionan  suspenso debido a sus sorpresivas reacciones. Son las estrellitas que iluminan el largometraje.   

Es innegablemente una película fuera de lo común, y eso la hace interesante al margen de si repite esquemas. El hecho de que sea una historia juguetona llena de cambios y ataques por doquier le da una atrayente personalidad particular, la misma que el director le imprime a sus proyectos.

Destacamos la estupenda música incidental y la banda sonora; también es pertinente poner de relieve el uso de la animación y efectos visuales, siempre al servicio de la trama, evitando lo empalagoso y el efectismo gratuito.    

A pesar de su ciudadanía Burton, como otros (Eastwood, Scorsese, Allen, Tarantino, los Coen, etc.), no forma parte del conglomerado tradicional de Hollywood en el que se fabrican productos en serie y con similares características. Gracias a ellos el cine norteamericano ofrece otras propuestas de interés para un público ávido por la diversidad.

En este eficiente ejercicio de autor destaca la puesta en escena, el argumento, la dirección, las actuaciones, la música, la animación y los efectos visuales. Todo al servicio de una joyita de “serie B”.   






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