Los marcianos llegaron ya, y llegaron
bailando el chachachá, repetía el estribillo de la canción de una película
mexicana interpretada por el gran comediante Germán Valdez, mejor conocido como
Tin-tan. Cientos de obras cinematográficas han mostrado a través de distintos géneros,
perspectivas y estilos, la invasión de extraterrestres al planeta Tierra.
El genial Tim Burton no pudo sustraerse a
este tema y “jugar” con él a su modo. Marcianos
al ataque es divertimento puro, con una efectiva dosis de sátira y humor
negro. Parodia con soltura y gracia los filmes de catástrofe y apocalipsis.
En su filme anterior el realizador
deleitó con su inspirada historia de Ed Wood, considerado el peor director
estadounidense de todos los tiempos. Un director cuyo mérito, adelantándose a
su época, fue el de fusionar géneros como el terror y la ciencia ficción. Con
esta obra Burton ofrece una suerte de homenaje a Ed Wood e incluso lo
reivindica.
Un aspecto a considerar es la combinación
de personajes animados y reales (de carne y hueso); lo que por un lado
constituye un desafío en realización pero también un detalle interesante para
el espectador, aunque se sabe de la maestría del director en el terreno de la
animación, donde se siente como pez en el agua.
Empero, lo jocoso de la trama se
encuentra en los personajes y situaciones que parodian los estereotipos y
clichés de películas clásicas y/o emblemáticas.
Tiene un gran y vasto reparto; en ese
sentido, es un desfile interminable de reconocidos actores como: Jack Nicholson
(en doble rol), Glenn Close, Annette Bening, Michael J. Fox, Rod Steiger,
Pierce Brosnan, Martin Short, Sarah Jessica Parker, Pam Grier, Danny De Vito, Natalie
Portman, Lukas Haas, Jack Black, hasta Tom Jones. La mayoría en breves pero muy
sabrosas intervenciones.
Lucen Jack Nicholson con sus roles de
presidente y de ambicioso empresario; Annette Bening como ser espiritual y místico;
Pierce Brosnan como científico; Rod Steiger como General; Martin Short como
secretario del presidente; Sarah Jessica Parker como entrevistadora.
Adicionalmente, los marcianos proponen su
cuota de humor ya sea por presencia
física, acciones e ininteligible lenguaje. Además proporcionan suspenso debido a sus sorpresivas reacciones.
Son las estrellitas que iluminan el largometraje.
Es innegablemente una película fuera de
lo común, y eso la hace interesante al margen de si repite esquemas. El hecho
de que sea una historia juguetona llena de cambios y ataques por doquier le da
una atrayente personalidad particular, la misma que el director le imprime a
sus proyectos.
Destacamos la estupenda música incidental
y la banda sonora; también es pertinente poner de relieve el uso de la
animación y efectos visuales, siempre al servicio de la trama, evitando lo
empalagoso y el efectismo gratuito.
A pesar de su ciudadanía Burton, como
otros (Eastwood, Scorsese, Allen, Tarantino, los Coen, etc.), no forma parte
del conglomerado tradicional de Hollywood en el que se fabrican productos en serie
y con similares características. Gracias a ellos el cine norteamericano ofrece
otras propuestas de interés para un público ávido por la diversidad.
En este eficiente ejercicio de autor
destaca la puesta en escena, el argumento, la dirección, las actuaciones, la
música, la animación y los efectos visuales. Todo al servicio de una joyita de
“serie B”.
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