viernes, 28 de septiembre de 2012

Apéndice: Batman 3


Al escribir se dejan temas de lado, se los excluye sin querer. Como se dice: “quedan cosas en el tintero”, por ello la necesidad de incluir algunos conceptos adicionales del comentario Batman: El Caballero de la Noche asciende.   

En este filme Batman resurge de sus propias cenizas. Consigue escapar de la tiniebla mental para dar lo mejor de sí en bien de la justicia. Es una metáfora de renacimiento personal, pues en el pasado, derrotadas las fuerzas del mal, Bruce Wayne se jubila y de paso retira a Batman, situación que lo lleva a la desmotivación e incluso depresión. Aparentemente, ya no tiene nada que dar, y esto porque la paz lo ha anquilosado. No tiene razones para continuar con su lucha de verdad y justicia.

En esta tercera y definitiva versión Nolan saca del letargo al Caballero de la Noche y logra otro filme espectacular. Batman salva Ciudad Gótica de las garras del mal no sin entregar un gran esfuerzo. Tiene que apelar a toda su experiencia para derrotar a un enemigo invencible, casi insuperable, Bale; quien lo supera en fuerza y posee la misma sagacidad. Esta situación le aporta mucha tensión a la obra y genera extrema ansiedad al espectador.

Por otro lado, el director cuenta una historia a través de retrospectivas (flashbacks), útiles para entender tanto la trama y conducta de los personajes de este filme y del conjunto (las versiones anteriores). Propone ir al pasado para explicar el presente.

Es como la rueda de la vida que gira cíclicamente; a veces, para retornar al lugar de origen. Esto ha sido magníficamente presentado por el realizador y los escritores (logros de guion). Al igual que los puntos de giro, cambios en la dirección de la historia que sorprenden, sobremanera cuando uno se entera quién es el verdadero enemigo y cuáles las razones de su venganza personal.

Otro de los argumentos que gira en torno a la trilogía: la venganza. El enmascarado vive para vengarse de los que asesinaron a sus padres, y con el tiempo su lucha y búsqueda se disfrazan, pero el punto de partida que lo moviliza es obvio. En el largo esto resulta a la inversa, se convierte en su principal rival. La obra es un espiral de rencores y vendettas personales.

Sin duda Batman resucita, sale de la oscuridad y asciende. Lo tenemos de nuevo en el fragor de la “batalla de la vida”, de la que emerge como salvador. Es uno de los grandes personajes de historieta llevados con éxito a la gran pantalla. Misión cumplida para Christopher Nolan, y con ¡creces!

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