Al escribir se dejan temas de
lado, se los excluye sin querer. Como se dice: “quedan cosas en el tintero”, por
ello la necesidad de incluir algunos conceptos adicionales del comentario Batman: El Caballero de la Noche asciende.
En este filme Batman resurge de
sus propias cenizas. Consigue escapar de la tiniebla mental para dar lo mejor
de sí en bien de la justicia. Es una metáfora de renacimiento personal, pues en
el pasado, derrotadas las fuerzas del mal, Bruce Wayne se jubila y de paso
retira a Batman, situación que lo lleva a la desmotivación e incluso depresión.
Aparentemente, ya no tiene nada que dar, y esto porque la paz lo ha
anquilosado. No tiene razones para continuar con su lucha de verdad y justicia.
En esta tercera y definitiva
versión Nolan saca del letargo al Caballero de la Noche y logra otro filme
espectacular. Batman salva Ciudad Gótica de las garras del mal no sin entregar
un gran esfuerzo. Tiene que apelar a toda su experiencia para derrotar a un
enemigo invencible, casi insuperable, Bale; quien lo supera en fuerza y posee
la misma sagacidad. Esta situación le aporta mucha tensión a la obra y genera
extrema ansiedad al espectador.
Por otro lado, el director cuenta
una historia a través de retrospectivas (flashbacks), útiles para entender
tanto la trama y conducta de los personajes de este filme y del conjunto (las
versiones anteriores). Propone ir al pasado para explicar el presente.
Es como la rueda de la vida que
gira cíclicamente; a veces, para retornar al lugar de origen. Esto ha sido
magníficamente presentado por el realizador y los escritores (logros de guion).
Al igual que los puntos de giro, cambios en la dirección de la historia que
sorprenden, sobremanera cuando uno se entera quién es el verdadero enemigo y
cuáles las razones de su venganza personal.
Otro de los argumentos que gira
en torno a la trilogía: la venganza. El enmascarado vive para vengarse de los
que asesinaron a sus padres, y con el tiempo su lucha y búsqueda se disfrazan,
pero el punto de partida que lo moviliza es obvio. En el largo esto resulta a
la inversa, se convierte en su principal rival. La obra es un espiral de
rencores y vendettas personales.
Sin duda Batman resucita, sale de
la oscuridad y asciende. Lo tenemos de nuevo en el fragor de la “batalla de la
vida”, de la que emerge como salvador. Es uno de los grandes personajes de
historieta llevados con éxito a la gran pantalla. Misión cumplida para
Christopher Nolan, y con ¡creces!
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