miércoles, 30 de junio de 2010

Historia de juguetes 3 (Toy story 3, EE.UU., 2010)




A Gia.

No sé si estaba sensible; pues al final tanta emoción me hizo llorar.
Los creadores de Historia de juguetes (John Lesseter principalmente, al ser director y creador de la primera versión de 1995, y quien produce esta tercera entrega) hallaron una nueva vuelta de tuerca. Esta contiene la misma expectativa de sus antecesoras. La trama es sorpresiva, es decir: nada predecible.

En la vida de Andy, el joven propietario próximo a asistir a la universidad, los juguetes han pasado a un segundo plano, quedándose con los más entrañables. El joven se encuentra ante una disyuntiva, desprenderse de ellos o guardarlos de recuerdo. Sin embargo una serie de errores desencadena una historia con enredos, engaños, trampas, suspenso, temor, risa, alegría y lágrimas, de emoción, por supuesto.

La obra, bien conducida por su director Lee Unkrich, es un canto a la amistad entre un ser humano y sus juguetes ¡qué importante es un juguete con el cual compartir momentos de sana diversión e imaginación! ¡quién no atesora un juguete que se niega a regalar porque forma parte de su afecto! Los juegos son parte importante del aspecto creativo hasta de formación de la personalidad de un hombre.

Precisamente, esa es la premisa del largometraje: la amistad (niño-juguete) trasladada al imaginario y supuesto estrecho vínculo entre los juguetes.
Se presentan instantes muy intensos y de buena factura: cuando el grupo de amigos llega a la guardería; el posterior contraste de la realidad; el escape de Woody; la relación entre Barbie y Ken; los momentos de Buzz españolizado; el escape y el juego final entre Andy y la niña.

La película se torna impredecible puesto que hay permanentes cambios en el desarrollo de la trama, lo que provoca un ritmo vertiginoso que se transfiere al espectador. Esto se conoce como puntos de giro (plot points).

El género de animación tiene en Historia de juguetes un referente, punto de partida de diversas posibilidades creativas. Existe un antes y después. Es un clásico para todas las edades; más para aquellos que conservan su “niño interior”. Los que habrán logrado el viaje al epicentro de la niñez y vibrado con el recuerdo de haber pasado el cauce natural de dejar atrás sus juguetes tal como Andy.

Woody, Buzz y compañía ya son personajes inmortales en la historia del cine; a pesar de no tener una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood y ser criaturas animadas.

martes, 22 de junio de 2010

La teta asustada (España, Perú ; 2009)



La teta asustada es una obra notable. Claudia Llosa ha confirmado en su segundo largo, que tiene talento. Lo conseguido –Oso de oro y candidatura al Oscar aparte-- no es casualidad.

Sin embargo, ha sido mal publicitada. Un premio no puede ser el único modo de promoción; menos si el público es renuente al consumo de cine local. La sinopsis comercial nos informa de una mujer asustada por una enfermedad adquirida durante la época terrorista. Imagínense. Ni más ni menos. ¡Qué drama! Si se toma en cuenta esos años terribles para todos ¡quién querría ingresar a una sala para recordar esos cruentos momentos? Un masoquista quizá.

La promoción resultó engañosa. El filme en cuestión, si bien es cierto que aborda ese tema, lo hace de una manera implícita. Ante todo explora el miedo en el ser humano y como éste puede afectar la personalidad y las relaciones sociales. En este sentido, es un drama sicológico. Subgénero poco usual en la cinematografía peruana.

Adicionalmente, además de la mujer con la enfermedad de “la teta asustada”, asunto que la lleva a extremos inimaginables, se presenta un excelente recorrido por el universo post guerra terrorista de los migrantes y sus hijos en Lima, y como estos han asumido un nuevo periodo de desarrollo en el que buscan, a su estilo, alejarse de la crisis social y económica. Una síntesis de lo que ocurre actualmente: sectores pujantes con una visión más optimista de la vida, los que se esfuerzan para salir adelante. Por consiguiente se han occidentalizado. Quieren y tienen lo que posee la clase con mayores recursos económicos; obvio, todo más modesto y sencillo. Verbigracia: la organización matrimonial (fotos, peluquería, fiesta, vestido, etc.). Esta acertada descripción está elaborada al detalle.

La joven realizadora revisa la rica cultura andina en Lima. Esta realidad comprueba que en la tan mentada globalización también existe espacio para lo local. Es decir, ambas pueden coexistir. Lo global reafirma lo local. Como ejemplos están las bellas canciones entonadas por la protagonista; el método de la papa para evitar violaciones; además del quechua, cuya fonética es algo especial para los oídos.

Cabe resaltar que esos pasajes musicales crean una atmósfera sensible y delicada. Estas escenas además de remarcables confirman la intención de Llosa por presentar el mestizaje. Es el caso de la pianista citadina que encuentra inspiración a partir de melodías que la protagonista inventa (a partir de lo andino se crea una pieza occidental).


Asimismo se grafica la comparación de culturas en base a los personajes (la joven traumada y su patrona). Ese contraste nos remite a Lima actual, la del provinciano emergente y el migrante que está en proceso de adaptación. La teta asustada es un retrato preciso de Lima, mosaico de costumbres y razas. Ciudad pluricultural cuyos pobladores van aprendiendo a convivir en el conglomerado de todas las sangres, como escribió Arguedas.

La obra apunta a eso. Presenta a la capital con sus conflictos actuales y aquellos, como el terrorismo, que marcaron para siempre, a sangre y fuego, tanto a una generación como a la sociedad peruana.

Es un drama sicológico que remite al miedo, al terror, al pudor, al candor de la joven provinciana afincada en Lima (como muchas). Ciudad en la que se ha visto obligada a vivir, a pesar de ella. Una gran urbe que la paraliza al igual que cuando se le acerca cualquier hombre. Una mujer que vive por y para el temor, pero que sin embargo, se sobrepone y sale airosa.
Excelente retrato de mujer de la joven actriz Magaly Solier, de promisorio porvenir, al igual que la talentosa Claudia Llosa que ha logrado una obra que perdurará en el tiempo.

lunes, 21 de junio de 2010

Presentación

Cinedetalles es un espacio de breves comentarios cinematográficos concebidos por su autor como textos cuya importancia no sólo es de fondo sino de forma.

Las reseñas están dedicadas al lector interesado. RAG no escribe para los críticos ni pretende el academicismo de sus comentarios.

El término Cinedetalles alude a la concisión de los textos, así como a la precisión de los mismos.

Disfrute de una experiencia diferente con la que puede estar de acuerdo. Después de todo un comentario contiene cierta dosis de subjetividad. Cabe resaltar que el autor sólo escribe acerca de las obras cinematográficas que le agradan, lo que supone un parámetro para algunos lectores.