miércoles, 25 de julio de 2012

Chris Nolan dejó sus huellas en Hollywood

Christopher Nolan, joven realizador inglés, ya había dejado huella en los espectadores y críticos con sus versiones de Batman pero ahora lo hace con sus manos en el Paseo de la Fama frente al Teatro Chino en Los Ángeles.
¿Es justo el homenaje? Si. A pesar de tratarse de un director con relativa breve obra merece el reconocimiento, ya que si se evalúa la calidad de ésta encontramos un conjunto de películas bien logradas. Con estilo, presencia y madurez.
Nolan irrumpió en el sétimo arte con Memento (Amnesia) (2000), que fue elogiada por la crítica y llamó la atención del público; luego dio a conocer Insomnia en 2002, un excelente thriller policial con Al Pacino, Robin Williams y Hilary Swank. Con estos largometrajes obtuvo el respeto y admiración de los cinéfilos.
 Sin duda, se consolidó con Batman inicia (2005). Superó a sus antecesores acercándose a la esencia del hombre murciélago. Es un filme con muchas aristas para analizar. Lo importante es que se trata de la mejor versión de Batman que se recuerde. De paso impulsó a Christian Bale y lo convirtió en estrella.

Otro filme remarcable fue El gran truco (The prestige) (2006). En el que el conflicto surge de la rivalidad de dos magos a través del tiempo. Hugh Jackman, Christian Bale y Michael Caine están, impecables. 

Nolan se ha encargado de mostrar las virtudes de los actores, enfatizando sobretodo, con intérpretes ingleses. Haga su recuento y notará la certeza de ello. Christian Bale, Michael Caine, Hugh Jackman, Gary Oldman, etc. Hollywood no lo hizo olvidar a sus compatriotas.  

Demostrando que su talento no es casualidad retornó con la segunda versión: Batman, El caballero de la noche (2008), otra memorable producción. Poderosa versión del oscuro superhéroe que busca el bien y vive torturado por el crimen de sus padres. Además presenta un villano de antología, un Guasón (Joker) magníficamente interpretado por Heath Ledger, quien pese a su desaparición física será recordado sobremanera por este rol. Quizá el personaje de su vida, que sería homenajeado por la Academia con un Óscar póstumo a mejor actor.   

Dos años después sorprende con El origen (Inception, 2010), sorprendente relato pleno de efectos especiales, literalmente un rompecabezas mental alucinante; visual y sonoramente espectacular. La Academia de Artes y Ciencias pone la mirada en él y lo postulan a los premios Óscar.

Finalmente, acaba de estrenarse la tercera parte de Batman, su más reciente creación. Se espera mucho de este realizador en los años venideros. Atención: lo mejor está por venir. Aunque tiene títulos que son envidia de muchos. Gracias Chris y, ¡felicitaciones!

domingo, 15 de julio de 2012

Sombras tenebrosas

(Dark shadows, EUA, 2012)


Existen dos tipos de obras de Tim Burton, las comerciales y las autorales. En ambas está presente el estilo del realizador; quizá la diferencia estriba en la taquilla, unas son más vendedoras que otras, pero la calidad de ambas es incuestionable.

 Sombras tenebrosas pertenece a la fila de las autorales como lo son: El joven manos de tijera (1990), Ed Wood (1994), El gran pez (2003) y El barbero demoniaco, Sweeney Todd (2007).

 Basada en una serie televisiva, Burton logra un acabado relato, vuelta de tuerca de las obras de vampiros. Es un homenaje a las películas de terror que tanto ama, y en particular a Drácula, novela de Bram Stoker que continúa siendo fuente de inspiración.  

 Sombras tenebrosas es un largometraje mixto, que combina géneros y personajes. Da la impresión que es una comedia con tintes dramáticos pero resulta también un drama con pinceladas de humor. En todo caso el público decide. Del mismo modo, se entrecruzan un vampiro, una bruja y hasta un adolescente lobo. Es decir, el realizador une a personajes referenciales del cine de horror clásico.

 Por ratos recuerda a Ed Wood y sus películas; parece ex profeso, salida de la serie B, por las situaciones absurdas que llaman la atención, y que, por tanto, asombran, generan curiosidad, interrogantes y risas. Un detalle simpático para aquellos seguidores de Burton se da en la forma como Drácula mueve las manos cuando hipnotiza. Remite a Ed Wood y el modo como Bela Lugosi encarna al famoso conde vampiro.

 Los diálogos, de indudable humor negro, son estupendos y sin Johnny Depp en el rol protagónico los logros del filme serían imposibles. Es él con su gran actuación quien es la columna que sostiene los cimientos de esta provocativa ficción. ¡Qué gran dúo forman Burton y Depp!  

El personaje encarnado por Depp, Barnabas Collins, caballero del siglo XVIII, posee una forma refinada de hablar y comportarse, sus modales contrastan con las situaciones de modernidad, lo que adiciona humor a la obra.

 Evidentemente, el eje de lo jocoso está en el contraste entre lo antiguo y lo moderno, en la lucha entre el bien y el mal, y una familia disfuncional de lo más disparatada que toma con relativa tranquilidad hechos paranormales.   

 La adaptación de los años 70 es magnífica y por momentos remite a la estética de la maravillosa serie Los munsters. No hay detalle que se haya escapado, ni en vestuario, peinados, decorados, música, etc.

 Es una película con encanto. Uno culmina rindiéndose ante las peleas de siglo, hipnosis, hechizos y otros actos mágicos, pero también al romance, que de eso hay y mucho.

 Burton plantea una versión lírica y romántica de homenaje al vampiro inmortal. En ese sentido, se estrechan los lazos con la novela de Stoker cuyo centro es el amor negado. En Stoker y Burton cobra capital importancia el factor tiempo entrelazado al romance. Barnabas y Drácula, pasan a través de los siglos por un tormento: vivir sin su amada. Están condenados al desamor para toda la eternidad, lo que le da un toque angustiante y dramático a la historia. Sin embargo, las situaciones por las que atraviesan no son las mismas como tampoco las tendencias de las obras. 

El espectador puede calificar el largometraje de entretenimiento ligero o entretenimiento con contenido. Me inclino por la segunda opción. Se trata de un filme divertido sin soslayar el fondo. Ese es su mérito y riqueza. Magnífica película del genial Tim Burton.