lunes, 3 de diciembre de 2012

James Bond: el hombre perfecto

James Bond es un personaje de antología, de eso no cabe duda. Lo bueno es que los años no pasan por él, es inmortal. Pertenece ahora a la galería de los grandes personajes de ficción; su fama es literaria, cinematográfica y… humana. Tanto, que se habla de él como si fuera de carne y hueso.  

Inicia sus actividades de espía durante la Guerra Fría, aquel momento de la historia en que el mundo se rige por dos poderosos países: EUA y la URSS, que están siempre al borde de la guerra nuclear.  

Tiene dos perfiles: por un lado es amante de la buena vida y los placeres que depara. Es adinerado, ama a las mujeres y las mujeres lo aman; es deportista, le fascinan los casinos, la buena ropa, los autos, el licor, la comida. Es un hombre elegante, refinado y culto. Su bebida favorita es el Martini seco con Vodka y cáscara de limón (batido no agitado); adora el caviar Royal Beluga con tostadas.

Por otro lado es 007, agente con licencia para matar; comandante del Servicio Secreto Británico. Gran atleta y luchador; conoce de artes marciales, destaca en el judo. Además es experto en armas de fuego.

De esta combinación nace un seductor caballero inglés que a la par de inmiscuirse con éxito como espía y salir airoso en sus misiones, posee el encanto y magnetismo para rodearse de las más hermosas mujeres.

Así es Bond; proyección de lo que cualquier varón en su fuero interno anhela: imán con las mujeres, viudo y libre para hacer lo que le plazca. Un amante de la buena vida con la solvencia económica para comprar lo que quiera. Inteligente, astuto, aventurero, fuerte, muy atractivo, divertido, cínico, bromista. En suma, un exitoso hombre de mundo. La perfección hecha hombre.

Esta es la razón del triunfo de Bond en la pantalla grande. Un espejo en el que miles se miran, muchos emulan y otros secretamente envidian. Quien no ha jugado con aquella famosa presentación: “mi nombre es Bond, James Bond”. Acaso soñando con transformarse en este con el solo hecho de repetir la frase.   

Con el paso de los años el personaje se ha convertido en referente de moda y buen gusto, tanto, que sus intérpretes promocionan productos de lujo. Son muy bien remunerados y sobretodo, recordados como Bond, algo que no tiene precio y está vinculado con la fama mundial con millones de admiradores y… admiradoras.    
 
Un hecho interesante es que cada actor le ha aportado al personaje su personalidad, sin dejar las características inherentes al original, pero esa es otra historia…


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