Qué significa aquello, pues que
el fenómeno óptico permite retener imágenes en el cerebro segundos después de
haberlas visualizado. Esto se grafica en el parpadeo de los ojos, el mismo del
que no somos conscientes y produce una sombra en cada parpadeo. Ello significa
que si una imagen desaparece, el ser humano la continúa viendo durante una
fracción de segundo. Se le conoce como efecto phi.
Por tal razón, cuando vemos una
obra cinematográfica, tenemos la sensación de movimiento de las imágenes,
cuando en realidad es una sucesión de cuadros fijos que se mueven rápidamente. ¡Qué
maravilla de la naturaleza!, que nunca deja de sorprendernos; ¡qué ingenio!, el
de los precursores del cine.
De no ser por este, en
apariencia, ínfimo detalle, el sétimo arte nunca hubiera sido posible y desde
luego, este blog no tendría razón de ser.
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